La diabetes tiene un impacto asombrosamente negativo en las personas, las familias y las comunidades. A medida que aumentan los costes de la insulina, cada vez son más los estadounidenses diagnosticados a pesar de los esfuerzos del gobierno por promover pautas dietéticas. También crece la tasa de obesidad, un importante factor de riesgo en el desarrollo de la diabetes. Este continuo aumento de los diagnósticos demuestra la ineficacia de la labor educativa del gobierno para frenar esta peligrosa y costosa enfermedad.
Aunque las tasas varían según el estado, el informe 2016/2017 State of American Well-Being reveló que tanto la tasa de Diabetes tipo 1 y tipo 2 diagnósticos y la tasa de obesidad aumentaron entre 2008/2009. Aunque las tasas más altas y más bajas se registraron en Virginia Occidental y Alaska, respectivamente, las tasas de obesidad y diabetes no disminuyeron en ningún estado de EE.UU. en el periodo observado.
La obesidad, que aumentó en 34 estados, es un factor de riesgo clave para la diabetes tipo 2 junto a muchas otras enfermedades crónicas. Se define como Índice de masa corporal (IMC) de 30 o más. Según el informe, "los estados con una tasa de obesidad en aumento tienen 2,3 veces más probabilidades de tener una tasa de diabetes en aumento que los que tienen una tasa de obesidad estable."
Estas estadísticas pueden asustar a los expertos en salud y nutrición, muchos de los cuales han animado a los estadounidenses a incorporar más cereales y menos grasas en sus dietas, a pesar de las crecientes pruebas que demuestran que la dieta más eficaz para revertir la obesidad y la diabetes es mucho menos blanca y negra.
Las investigaciones han demostrado que restringir los carbohidratos puede ayudar a los pacientes con diabetes de tipo 2 a entrar en remisión. Un estudio en curso descubrió que tras sólo un año de seguir una dieta muy baja en carbohidratos, el 60% de los participantes pudo revertir su diagnóstico.
El apoyo a esta dieta es cada vez mayor en todas las asociaciones de diabetes del mundo, incluidas la Asociación Americana de Diabetes y la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes. El Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA), que supervisa el Comité Asesor de Guías Alimentarias, ha anunciado que las dietas bajas en carbohidratos se incluirán en las Guías Alimentarias para los Estadounidenses de 2020.
Para los estadounidenses con diabetes, la enfermedad es una amenaza para su salud y sus finanzas. Según un análisis reciente del Grupo Keckley, el adulto medio con diabetes de tipo 2 en EE.UU. gasta aproximadamente entre $54.700 y $130.800 en gastos sanitarios a lo largo de su vida.
Considere el hecho de que el costo de la insulina se está disparando, y la carga financiera de la diabetes no tiene un futuro prometedor. Esta carga no solo recae en el paciente: el Grupo Keckley descubrió que el coste de la diabetes para la economía estadounidense ascendió a $322.000 millones en 2015.
Sin embargo, hay esperanza para los estadounidenses. Además de la dieta baja en carbohidratos, la cirugía bariátrica y una dieta baja en calorías son enfoques basados en pruebas que han demostrado ayudar a las personas prediabéticas o diabéticas. Además, las farmacias canadienses en línea ofrecen una vía segura y asequible para adquirir insulina y otros productos para la diabetes.
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