Muchas personas con diabetes pueden encontrarse en una situación en la que su prescripción de insulina se está agotando o se ha agotado por completo. En este escenario, es importante poder tener acceso inmediato a la insulina para evitar entrar en un estado hiperglucémico. Esto nos lleva a preguntarnos hasta qué punto insulina como medicamento, y qué se puede hacer si necesita reponerlo para un uso futuro.

¿Realmente necesito una receta?

En algunos estados, un farmacéutico puede ofrecer insulina en el mostrador sin receta, pero debe mantenerse detrás del mostrador para su distribución farmacéutica. En muchos casos, esto puede significar que el farmacéutico tendrá la última palabra sobre si el medicamento puede venderse o no al paciente.

Tener acceso a insulina sin receta puede ser ideal por varias razones, pero puede que no sea la insulina que realmente necesitas.

La insulina sin receta supone una mayor facilidad para obtenerla. Si la necesidad de reponerla es más urgente, podría ahorrar horas o días el poder conseguirla como medicamento sin receta. Dicho esto, si la insulina que necesitas no está disponible, tu dosis podría acabar siendo incorrecta y la medicación podría no ser tan eficaz.

Riesgos

Tomar insulina sin receta no está exento de riesgos. Acudir al médico puede permitirle obtener la mejor recomendación posible de insulina en función de su estilo de vida y de los síntomas que presente. Además, existe un mayor riesgo de entrar en un estado hipoglucémico si las dosis se autoprescriben incorrectamente.

Adquisición y uso de insulina

Consulte siempre a un médico para saber cuáles pueden ser sus necesidades de insulina. Un médico le informará sobre el uso, la dosis y cómo hacer ajustes si es necesario. Si el acceso a la insulina es más urgente, puede ser una buena práctica guardar unidades anteriores de lo que se compró previamente como punto de referencia cuando se hable con el farmacéutico.


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