Similitudes y diferencias entre Lantus y Novolin
La comparación entre Lantus y Novolin pone de manifiesto algunas diferencias fundamentales.
Lantus es un análogo de insulina de acción prolongada, mientras que Novolin se separa en tres formulaciones diferentes de análogo de insulina con duración variable de acciones: Novolin ge Toronto, Novolin NPH y Novolin Preparados de Insulina Premezclados (Novolin 30/70, Novolin 40/60, Novolin 50/50), que son de acción rápida, de acción intermedia y de acción rápida e intermedia, respectivamente.
Lantus debe conservarse a una temperatura de entre 2 y 8ºC, mientras que Novolin puede conservarse a una temperatura de entre 2 y 10ºC. En cuanto a la administración, ambos agentes pueden inyectarse por vía subcutánea. Ambos agentes insulínicos pueden utilizarse para tratar la diabetes mellitus de tipo 1 o de tipo 2, ya que funcionan de forma similar. Son capaces de regular los niveles de azúcar en sangre estimulando la captación de azúcar por parte de las células grasas y musculares del organismo y disminuyendo la producción de azúcar en el hígado. Sin embargo, cabe señalar que Lantus es capaz de durar hasta 24 horas. En cuanto a Novolin Toronto, se ha informado de que hace efecto en media hora, con un pico de acción que se produce a las tres horas; en total, dura aproximadamente ocho horas. Novolin NPH hace efecto en una hora y media, alcanza su punto máximo en 12 horas y dura 24 horas, mientras que Novolin Premixed empieza a funcionar en media hora, alcanza su punto máximo en ocho horas y dura 24 horas.
Estas diferencias indican la necesidad de utilizar el preparado de insulina adecuado en cada momento. Por ejemplo, la insulina de acción rápida es más adecuada para usarla justo antes de una comida, mientras que la insulina de acción intermedia puede utilizarse a la hora de acostarse. Independientemente de los preparados, debe quedar claro al paciente que el objetivo de recibir inyecciones de insulina es mantener el nivel de azúcar en sangre en un intervalo adecuado.
Se cree que los niveles de azúcar en sangre que superan los valores normales aumentan las posibilidades de sufrir enfermedades cardiacas e ictus. Por otro lado, los niveles de azúcar en sangre muy por debajo de los valores normales son insostenibles para los procesos bioquímicos del cuerpo humano, lo que puede provocar el coma y la muerte. El mantenimiento del rango de normalidad requiere ajustes frecuentes de la dosis y el control del nivel de glucosa en sangre.
