Según algunos estudios, beber alcohol con moderación puede reducir el riesgo de cardiopatías. Los expertos sugieren que una pequeña cantidad de alcohol puede evitar el estrechamiento de las arterias y favorecer una mejor circulación sanguínea. Sin embargo, ¿se aplica esta afirmación también a los pacientes diabéticos? La respuesta es no.

El consumo excesivo de alcohol hace que los niveles de azúcar en sangre varíen, sobre todo si padeces diabetes. Pueden subir o bajar mucho, dependiendo de la cantidad de alcohol que tome. Averigüemos más sobre cómo puede afectar el alcohol a los pacientes diabéticos.

¿Cómo afecta el alcohol a la diabetes?

Hay muchas razones por las que los profesionales sanitarios no recomiendan el consumo regular de alcohol a los pacientes diabéticos.

El alcohol provoca una bajada de azúcar en sangre (hipoglucemia).

La hipoglucemia se produce cuando niveles de azúcar en sangre son inferiores a 70 mg/dL. Es frecuente en pacientes con diabetes de tipo 1. Se identifica por síntomas como somnolencia, dificultad para caminar, confusión y dificultad para hablar. Teniendo esto en cuenta, ¿qué papel desempeña el alcohol en el desarrollo de la hipoglucemia?

Según una investigación de 2017, la presencia de etanol en el alcohol aumenta la probabilidad de desarrollar hipoglucemia.

El alcohol estimula el apetito.

Si padece diabetes, comer en exceso puede perjudicar sus niveles de azúcar en sangre. Por desgracia, beber alcohol puede estimular tu apetito y provocar que tu cuerpo coma más de lo esperado debido a tu enfermedad.

El alcohol provoca interacciones con otros medicamentos.

Una interacción farmacológica es un efecto secundario importante de la mezcla de un medicamento con alcohol. Algunos medicamentos que pueden interactuar con el consumo excesivo de alcohol son las sulfonilureas, la insulina y la metformina (Glucophage).

Para evitar interacciones, asegúrese de informar a su médico sobre la cantidad de alcohol que toma, para que pueda ajustar la cantidad en consecuencia.

El alcohol aumenta el riesgo de hipertensión.

Beber en exceso puede elevar la tensión arterial a niveles poco saludables. Tomar más de tres copas al día ya puede elevar la tensión arterial, lo que puede ser peligroso para los pacientes diabéticos. Además, la presencia de calorías en las bebidas alcohólicas provoca un aumento de peso. El aumento de peso es un factor de riesgo tanto para la hipertensión como para la diabetes de tipo 2. Si no es capaz de limitar su consumo de alcohol, existirá un riesgo potencial de hipertensión no controlada.

¿Es seguro beber alcohol si se tiene diabetes?

Es posible que sus médicos aprueben beber pequeñas cantidades de alcohol si tiene diabetes. Recuerda que el alcohol sólo es seguro si está controlada.

Para asegurarse de que sigue controlando su enfermedad mientras bebe alcohol, aquí tiene algunas pautas que puede seguir:

  • Tenga especial cuidado con sus niveles de azúcar en sangre mientras tome alcohol.
  • Beba alcohol sólo después de tomar sus comidas o llenar el estómago hasta 40%.
  • Opta por bebidas sin carbohidratos en lugar de variedades azucaradas.

Si bebe alcohol a diario, limite su ingesta a uno o dos vasos solamente