Coste de la insulina

En la última década, el mercado ha experimentado un auge mundial de precios de la insulina. El coste del tratamiento médico, así como el número de hospitalizaciones de las personas con diabetes, se triplica en comparación con el de quienes no padecen la misma enfermedad. Uno de los principales factores que contribuyen a esta inevitable escalada de pagos es el tipo y la forma de insulina que se administra a los distintos pacientes. El tratamiento de la diabetes varía en función del tipo de insulina y de la gravedad de la enfermedad.

Afortunadamente, en el año 2019, el coste de la insulina bajó a casi 6% desde sus precios originales. Sin embargo, no todos marcas de insulina observó la acción declarada. Aunque los precios de la insulina siguen siendo discutibles, ya se aprobaron insulinas genéricas para ofrecer a pacientes y consumidores opciones asequibles para el tratamiento de la diabetes. Algunos de estos genéricos son la insulina lispro y la insulina aspart.

La aprobación del uso de genéricos como alternativa más barata para tratar la diabetes allanó el camino para el deterioro del coste de la insulina en todo el mundo. Además de los genéricos, el auge de los medicamentos biosimilares de marca también ha influido en el valor económico de la insulina. Los biosimilares son copias próximas de la insulina de marca, pero pueden ser más caros que los genéricos.

Como ya se ha mencionado, una de las primeras versiones genéricas de insulina aprobadas es la insulina lispro, con un precio medio de mercado de $41,66. Es el homólogo de Humalogun tipo de insulina de acción rápida. Además, la insulina aspart, que es igual a su homólogo Novolog - con un precio genérico medio de alrededor de $132,91.

El precio medio de las versiones genéricas mencionadas es mucho más barato en comparación con sus formas de marca. Humalog tiene un precio medio de venta al público de $168,45, mientras que Novolog tiene alrededor de $339,18. Los precios pueden seguir variando en las diferentes farmacias, pero hoy en día, con la disponibilidad de genéricos y biosimilares, las compañías farmacéuticas también han ajustado sus gastos para alinear su visibilidad y presencia en el mercado.

Insulinas tradicionales frente a insulinas modernas

Una de las diferencias más evidentes entre la insulina tradicional y las insulinas modernas es el precio y el coste de los productos. Las insulinas tradicionales son económicas y baratas, lo que explica el valor financiero constante de Novolin y Humulin. Tenga en cuenta que, durante muchos años, las insulinas tradicionales han sido siempre más baratas, lo que las convierte en la opción a la que recurren las personas que no pueden permitirse las insulinas de tipo moderno.

Durante los últimos años, los consumidores tanto de Novolin como de Humulin han sido testigos de una notable actuación en el campo de la medicina por poder adquirir insulina rentable. Algunas de las principales empresas farmacéuticas han colaborado para ofrecer únicamente los mejores productos de insulina, pero a un coste asequible para los consumidores y pacientes.

COVID-19 Respuesta

Con el aumento de la pandemia de COVID-19, varias empresas farmacéuticas han dado a conocer sus opciones y programas para las personas que tienen dificultades para adquirir insulinas. Los elevados precios de la insulina han afectado enormemente a miles de diabéticos en estos tiempos de incertidumbre. Así pues, como respuesta a este flagrante problema, las grandes compañías farmacéuticas presentan descuentos y ofertas.

Se han establecido programas de asistencia para ayudar a aquellos pacientes que no pueden permitirse los medicamentos con insulina. Sin embargo, pueden surgir problemas, como la falta de apoyo por parte de nuestros propios profesionales sanitarios. La falta de especialistas en el cuidado de la diabetes puede afectar a los programas que podrían haber dado a los pacientes la oportunidad de vivir más tiempo con la ayuda de medicamentos de insulina gratuitos y accesibles.

Algunas de las mayores empresas farmacéuticas que dieron un paso destacado en respuesta a la pandemia de COVID-19 son:

  • Novo Nordisk - La empresa ofreció suministro gratuito de insulina a los pacientes que perdieron su seguro médico en el marco de COVID-19. El programa funcionará durante 90 días.
  • Sanofi - Esta multinacional farmacéutica francesa también ofreció un suministro gratuito de insulina para 30 días a las personas afectadas por la pandemia.
  • Eli Lilly - Con sede en Indianápolis (Indiana), esta empresa farmacéutica estadounidense lanzó el Insulin Value Program. Su principal objetivo es proporcionar a los pacientes que no tienen seguro de salud o las personas que tienen seguro de salud comercial una receta mensual de insulina por valor de $35 tarjeta de copago.

El papel de las empresas farmacéuticas

En la actualidad, hay tres farmacéuticas que se aprovechan de la necesidad de insulina de millones de personas en todo el mundo. Se trata de Novo Nordisk, Sanofi y Eli Lilly. Alrededor del 90% del suministro mundial de insulina procede de estas empresas. Aunque tengan el mismo objetivo, que es proporcionar apoyo global a las personas que viven con diabetes, la competencia entre las empresas es clarísima.

El coste de la insulina no sólo depende del tipo de diabetes a tratar o del tipo de tratamiento que requieran los diabéticos. La competencia también desempeña un papel importante en los precios de la insulina, independientemente del tipo de insulina disponible en el mercado. Es una práctica habitual que una empresa refleje el movimiento de otra en cuanto al coste del producto. Y lo mismo ocurre con las empresas mencionadas. Afortunadamente, la aprobación de los genéricos por parte de la FDA (Food and Drug Administration) abrió las puertas a la asequibilidad y al suministro barato de insulina en todo el mundo. Al fin y al cabo, la atención sanitaria no debería ser cara, sino asequible y rentable.