La batalla de Amy contra la resistencia a la insulina

Diagnóstico de la resistencia a la insulina. Amy luchó toda su vida contra la obesidad, y su peso alcanzó la alarmante cifra de 90 kilos cuando sólo tenía ocho años. A pesar de probar todas las dietas imaginables, luchó por perder el exceso de peso durante toda su vida adulta.

Sin embargo, durante su primera visita a Nutritional Weight Wellness, Amy recibió un diagnóstico que cambiaría su trayectoria. Descubrió que era resistente a la insulina desde la infancia, lo que explicaba por qué las dietas tradicionales no habían tenido éxito. Al comprender por fin la raíz de sus problemas de peso, Amy pudo incorporar los conocimientos adquiridos en la institución para perder 15 kilos y tomar las riendas de su salud.

A pesar de consumir alimentos más sanos, comprendió que una alimentación equilibrada es crucial para controlar su resistencia a la insulina. El apoyo de la institución ayudó a Amy a mejorar su vida y a obtener paz, sobre todo con su salud. Hoy, Amy pesa 15 kilos menos y es una mujer más segura y sana. También es una defensora de la alimentación sana.

Dice: "Si pudiera demostrar a una sola persona, especialmente a un niño, que perder peso es posible, me consideraría exitosa en mi misión. El éxito empieza cuando te quieres a ti mismo, que es lo que he aprendido a hacer. Ahora me quiero de verdad y quiero demostrar a los demás que ellos también pueden".

La historia de Amy pone de manifiesto la lucha constante que muchas personas libran contra la obesidad y los problemas de salud que puede acarrear. A pesar de sus esfuerzos por perder peso con varias dietas, Amy no pudo alcanzar sus objetivos hasta que descubrió que era resistente a la insulina desde la infancia. Su visita a Nutritional Weight Wellness le proporcionó información valiosa sobre el tipo de dieta que necesitaba para controlar su resistencia a la insulina. Y estamos aquí para ayudarte.

Conozcamos la resistencia a la insulina y exploremos las opciones para prevenirla.

¿Qué es la resistencia a la insulina?

La resistencia a la insulina se produce cuando las células del organismo responden menos a la insulina, lo que se traduce en mayores niveles de insulina en la sangre. Es el precursor de prediabetes y diabetes tipo 2.

Eleanna De Filippis, endocrinóloga de la Clínica Mayo, afirma: "Con la resistencia a la insulina, las células no reaccionan y no se abren, lo que provoca un exceso de azúcar en la sangre. Con el tiempo, el páncreas sigue intentando regular el azúcar en sangre, produciendo cada vez más insulina hasta que se agota y ya no puede producir grandes cantidades de insulina. Como resultado, los niveles de azúcar en sangre aumentan hasta el punto de situarse en el rango diabético".

La resistencia a la insulina suele asociarse a trastornos metabólicos como la diabetes de tipo 2, la obesidad y el síndrome de ovario poliquístico (SOP). Varios factores contribuyen al desarrollo de la resistencia a la insulina, entre ellos:

  • Obesidad - Exceso de grasa o peso corporal, especialmente alrededor del abdomen
  • Sedentarismo - Falta de actividad física
  • Genética - Antecedentes familiares de diabetes y factores genéticos
  • Mala alimentación - Una dieta rica en hidratos de carbono muy refinados, alimentos azucarados y grasas saturadas.
  • Inflamación crónica - Las afecciones inflamatorias del organismo obstruyen las señales de insulina

¿Cuáles son los síntomas de la resistencia a la insulina?

La resistencia a la insulina no provoca síntomas perceptibles en sus primeras fases. Sin embargo, a medida que avanza, pueden aparecer ciertos signos y síntomas.  

La Dra. Eleanna De Filippis añade: "Muy a menudo, las personas con resistencia a la insulina no presentan ningún síntoma. El médico suele detectarla durante un examen médico anual o un análisis de sangre rutinario. Hay algunos signos de resistencia a la insulina que su médico puede buscar".

He aquí algunos síntomas comunes que indican la presencia de resistencia a la insulina:

  • Niveles elevados de azúcar en sangre - La resistencia a la insulina puede provocar niveles de azúcar en sangre superiores a los normales, lo que desencadena síntomas como aumento de la sed, micción frecuente y debilidad.
  • Aumento del hambre - Cuando las células se vuelven resistentes a la insulina, la captación de glucosa se debilita. Esto les indica que deben ingerir más alimentos y aumenta la ansiedad por los hidratos de carbono y los alimentos azucarados.
  • Aumento de peso - La resistencia a la insulina dificulta el mantenimiento de un peso saludable a pesar de los esfuerzos por hacer dieta y ejercicio.
  • Fatiga - La ausencia de captación de glucosa por las células corporales reduce la producción de energía, lo que provoca fatiga y falta de energía.
  • Desequilibrios hormonales - La resistencia a la insulina altera el equilibrio hormonal, sobre todo en las mujeres. Contribuye a ciclos menstruales irregulares, crecimiento excesivo de vello (hirsutismo) y acné.
  • Presión arterial alta o hipertensión - La resistencia a la insulina puede causar hipertensión, aumentando la susceptibilidad a las enfermedades cardiacas y otras afecciones cardiovasculares.

Pruebas y diagnóstico de la resistencia a la insulina

Al igual que otras afecciones médicas, el diagnóstico de la resistencia a la insulina también implica la combinación de la evaluación de la historia clínica, la exploración física y la realización de pruebas de laboratorio. A continuación se describen los métodos habituales para evaluar y diagnosticar la resistencia a la insulina:

  • La prueba de glucosa en sangre en ayunas es una prueba de laboratorio que comprueba los niveles de glucosa en la sangre después del ayuno. Diagnostica y controla la diabetes mellitus, caracterizada por niveles elevados de azúcar en sangre.
  • La prueba de tolerancia a la glucosa oral es una prueba diagnóstica que se utiliza para evaluar cómo procesa el organismo la glucosa a lo largo del tiempo. 
  • La prueba de la hemoglobina A1c (HbA1c) proporciona una medición media de los niveles de glucosa en sangre durante aproximadamente 2 ó 3 meses.
  • La prueba de los niveles de insulina mide la concentración de insulina en el torrente sanguíneo. Esta prueba evalúa la producción y la resistencia a la insulina y diagnostica determinadas afecciones médicas como la diabetes y el insulinoma.
  • La prueba del clamp de glucosaLa prueba de pinzamiento euglucémico es un procedimiento especializado utilizado para medir la sensibilidad a la insulina y evaluar el metabolismo de la glucosa en entornos clínicos y de investigación. Consiste en mantener un nivel constante de glucosa en sangre mientras se manipulan los niveles de insulina.
  • El modelo homeostático de evaluación de la resistencia a la insulina se refiere a un método matemático que estima la resistencia a la insulina. El HOMA-IR se utiliza habitualmente en entornos clínicos y de investigación para evaluar la resistencia a la insulina y controlar su progresión. El cálculo del HOMA-IR implica la medición de los niveles de glucosa e insulina en ayunas.

Además, su profesional sanitario tendrá en cuenta otros factores, como su historial médico, antecedentes familiares de diabetes o resistencia a la insulina, índice de masa corporal (IMC), perímetro de cintura y otros síntomas relacionados, a la hora de hacer un diagnóstico.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento de la resistencia a la insulina?

El tratamiento de la resistencia a la insulina suele centrarse en modificaciones del estilo de vida dirigidas a mejorar la sensibilidad a la insulina y a controlar niveles de azúcar en sangre. Sin embargo, hay medicamentos disponibles para apoyar el tratamiento:

  • Metformina: Este medicamento se utiliza habitualmente para tratar la diabetes de tipo 2 y se ha demostrado que es eficaz para mejorar la resistencia a la insulina. Los estudios han demostrado que la metformina puede mejorar la sensibilidad a la insulina, reducir la resistencia a la insulina y disminuir los niveles de glucosa en sangre.
  • Tiazolidinedionas: Estos medicamentos, también conocidos como glitazonas, actúan disminuyendo la resistencia a la insulina y aumentando su sensibilidad. Las tiazolidinedionas suelen recetarse a personas con diabetes de tipo 2 o síndrome metabólico que no pueden controlar sus niveles de glucosa en sangre con otros medicamentos para la diabetes.
  • Agonistas de los receptores de GLP-1: Estos medicamentos actúan aumentando la producción y la sensibilidad a la insulina y ralentizando la absorción de hidratos de carbono en el sistema digestivo. Han demostrado su eficacia en el tratamiento de la resistencia a la insulina en personas con diabetes de tipo 2.

Es importante tener en cuenta que los medicamentos suelen utilizarse junto con cambios en el estilo de vida, como una dieta sana y ejercicio regular, para obtener mejores resultados. No se puede ignorar lo siguiente:

  • Dieta sana y equilibrada - Adopte una dieta equilibrada y nutritiva, que incluya alimentos integrales como frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables. Limite el consumo de alimentos azucarados, carbohidratos refinados y grasas saturadas.
  • Ejercicio regular - Practique una actividad física regular, ya que aumenta la sensibilidad a la insulina. Pruebe a hacer ejercicios cardiovasculares (como caminar a paso ligero, montar en bicicleta, correr o nadar) y entrenamiento de fuerza. Los dietistas recomiendan realizar al menos 150 minutos de actividades aeróbicas semanales y rutinas de entrenamiento de fuerza dos veces por semana.
  • Gestión del peso - Mantener un peso saludable mejora la sensibilidad a la insulina. Si padece sobrepeso u obesidad, perder incluso una modesta cantidad de peso puede repercutir positivamente en usted.
  • Medicamentos - Los médicos también recetan medicamentos para ayudar a controlar la resistencia a la insulina. El fármaco más utilizado es la metformina, que ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina y reduce la producción de glucosa por el hígado. En casos concretos pueden considerarse otros medicamentos, como las tiazolidinedionas o los agonistas del receptor GLP-1.
  • Gestión del estrés - Dado que el estrés crónico puede influir en el desarrollo de la resistencia a la insulina, puede ser beneficioso realizar actividades que reduzcan el estrés, como meditación, yoga, ejercicios de respiración profunda o asesoramiento psicológico.
  • Control periódico - Haga un seguimiento periódico con su médico. Es importante controlar sus progresos, evaluar la eficacia del plan de tratamiento y hacer los ajustes necesarios.

Colabore estrechamente con su médico para crear un plan de tratamiento integral adaptado a sus necesidades. Puede ofrecerle orientación, apoyo y seguimiento continuo para ayudarle a controlar eficazmente la resistencia a la insulina.