Si le han diagnosticado diabetes y busca una forma fiable y precisa de controlar sus niveles de glucosa en sangre desde casa o el trabajo, existen varias opciones de glucómetros (medidores de glucosa en sangre). Este pequeño dispositivo puede ayudarle a controlar la diabetes, ya que registra las fluctuaciones del azúcar en sangre. El precio de los glucómetros varía, ya que se puede elegir entre modelos básicos o más avanzados, con más funciones y opciones.
En la actualidad, el tipo más común de glucómetro es el modelo de punción digital. Este dispositivo requiere que introduzca una pequeña tira reactiva en el aparato y, a continuación, se pinche el dedo con una aguja especializada para extraer una gota de sangre. Tras tocar la gota de sangre con la tira reactiva, el glucómetro analiza los resultados y los muestra en la pantalla. Este dispositivo suele ser bastante preciso en la medición de la glucosa en sangre si se utiliza y almacena correctamente.
Aunque la punción digital sigue siendo la mejor opción para controlar la glucosa en sangre, se está investigando mucho para mejorar y desarrollar dispositivos adicionales que puedan realizar el mismo análisis de forma menos dolorosa o no invasiva. Existen otros tipos de glucómetros a tener en cuenta, cada uno con sus pros y sus contras. Por ejemplo, el medidor de sitio alternativo puede extraer una muestra de sangre de una zona del cuerpo menos dolorosa (como los brazos o los muslos). Sin embargo, puede ser ligeramente menos preciso que la opción de punción en el dedo en caso de que la glucemia fluctúe rápidamente.
Otra opción son las pruebas continuas de glucosa, con modelos como el sistema de monitorización de glucosa FreeStyle Libre, el primer modelo de este tipo para adultos que no requiere calibración con muestras de sangre. Si se opta por este dispositivo, se introduce un pequeño sensor de alambre bajo la piel para medir el azúcar en sangre, y agitando un lector móvil sobre el alambre, los resultados se transmiten al lector, que le avisará si los niveles de glucosa son demasiado altos o bajos. El inconveniente es que es más caro, el sensor debe sustituirse cada 10 días, está pensado para uso en adultos, no proporciona alertas en tiempo real ni alarmas si no inicias una lectura (por ejemplo, si estás durmiendo), y a pesar de todo tienes que comprobar los niveles de azúcar en sangre con un monitor tradicional.
A la hora de elegir tu dispositivo, hay otros factores importantes que debes tener en cuenta: si tu seguro cubre modelos específicos, el coste de los dispositivos, la facilidad de uso (¿son cómodos?, ¿las pantallas son fáciles de leer?), cómo almacena y recupera tu información el dispositivo (¿se almacena estrictamente en el dispositivo o puedes descargar tus datos a otro dispositivo como el ordenador o el teléfono?)
Si aún no está seguro de cuál es la mejor opción para usted o si tiene alguna pregunta adicional sobre los dispositivos y cómo encajarían en su estilo de vida, hable con su médico y pídale una recomendación.