Antes, la diabetes era una enfermedad mortal e intratable. Sabiendo que el azúcar puede empeorar la enfermedad, los pacientes diabéticos eran sometidos a una dura dieta que restringía consumo de azúcar (hasta el punto de que algunos de ellos murieron de inanición). Aunque prolongaron su esperanza de vida unos años, las dietas estrictas nunca salvaron a los pacientes.
El descubrimiento de la insulina
El descubrimiento de insulina se remonta al siglo XIX, cuando se descubrió que los pacientes diabéticos tenían el páncreas dañado. En 1869, Paul Langerhans (un estudiante de medicina de Berlín, Alemania) descubrió un grupo de células en el tejido pancreático. Posteriormente, estas células recibieron el nombre de islotes de Langerhans en honor al descubridor. En 1889, Joseph von Mering y Oskar Minkowski llevaron a cabo un experimento con animales en el que se descubrió que la extirpación del páncreas causaba diabetes. Esto indicaba que el páncreas interviene en la producción de una sustancia reguladora de la glucosa. Asimismo, en 1901, Eugene Opie descubrió que los islotes de Langerhans desempeñan un papel en la síntesis de insulina. También observó que la destrucción de los islotes de Langerhans puede provocar diabetes.
En 1921, Charles Best y el Dr. Frederick Banting llevaron a cabo una serie de experimentos con animales. En consonancia con estudios anteriores, se descubrió que la extirpación del páncreas inducía síntomas diabéticos en perros. A continuación se administró a los perros un inyectable que contenía un extracto pancreático, lo que ayudó a mantenerlos con vida. Best y Banting empezaron a abastecerse de páncreas de vaca, ya que necesitaban un mayor suministro de órganos para realizar más pruebas. Macleod, consciente de que estaban haciendo algo grande, aumentó la financiación y les ofreció un laboratorio adecuado. Además, bautizó el extracto con el nombre de insulina. Deseosos de probarlo en humanos, Best y Banting se inyectaron el extracto. Aunque en general salieron ilesos, experimentaron signos de hipoglucemia como debilidad y mareos. Bertram Collip, un bioquímico que más tarde se unió al equipo, ayudó a purificar la insulina y a encontrar la dosis correcta. También aprendió a contrarrestar con glucosa los efectos hipoglucémicos de una sobredosis de insulina. Leonard Thompson fue el primer paciente en utilizar insulina, lo que le ayudó a vivir otros 13 años. Fue un logro considerable, teniendo en cuenta que los pacientes diabéticos de la época solían vivir durante meses con dietas de hambre.
El avance de la insulina
En 1922, Eli Lilly se convirtió en el primer fabricante de insulina. Macleod y Banting recibieron el Premio Nobel un año después.
El avance de la insulina continúa mucho después del gran avance en el tratamiento de la diabetes. En los años 50, un insulina de acción intermedia fue introducida por Novo Nordisk, una empresa farmacéutica con sede en Dinamarca. Frederick Sanger recibió el prestigioso Premio Nobel de Química en 1955 por sus trabajos sobre la secuenciación de la insulina. En 1963 se hizo posible la síntesis química completa de la insulina.
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