Administrar una inyección de insulina a los seres humanos debería ser una tarea fácil. Simplemente inyectando en la piel la jeringuilla o el dispositivo que contiene la hormona peptídica, el tratamiento es fácil y sencillo. Sin embargo, este no es el caso de los animales, especialmente de los gatos.

Los gatos tienen el instinto de actuar de forma diferente y activa cuando algo les golpea o pincha. Lo mismo ocurre cuando se les inyecta. Por si aún no lo sabe, a los gatos también se les puede diagnosticar diabetes. Estos felinos pueden padecer una afección en la que sus niveles de azúcar en sangre aumentan de forma anormal, al igual que los humanos.

Dado que el principal tratamiento de la diabetes es la inyección de insulina, debe administrarse el mismo tratamiento a los gatos. He aquí las formas más seguras de administrar inyecciones de insulina a su gato sin complicaciones.

  1. Lea primero la etiqueta de la receta antes de preparar el insulina. Al preparar el tratamiento, asegúrese de hacerlo siguiendo las instrucciones de su veterinario.
  2. Mezcle la textura de la insulina frotando o rodando con las manos. Puedes hacerlo 2 ó 3 veces. Evita agitar el frasco de insulina para evitar que se formen burbujas.
  3. Cuando estés listo, introduce la aguja de la jeringuilla en el frasco de insulina. Debe introducirla en la parte superior del frasco. Tras la inserción, extraiga la cantidad suficiente de insulina prescrita poniendo el frasco boca abajo.
  4. Una vez obtenida la dosis correcta de insulina, vuelve a colocar el capuchón en la aguja o jeringa. Asegúrate de volver a comprobar la cantidad de insulina que contiene la jeringa.
  5. Para la administración de la inyección de insulina, asegúrese de que dispone de una buena ubicación para realizar las inyecciones. Las mejores ubicaciones corporales recomendadas para los gatos son cerca del hombro o las caderas.
  6. Deje que su gato coma antes de inyectarle. Esto es recomendable para evitar que se pongan nerviosos y molestos.
  7. Calme la ansiedad de su gato acariciándole antes de la inyección. También puedes pedirle a alguien que te ayude durante la inyección.
  8. Con la mano libre, pellizque la piel de su gato y haga un pliegue. Inserte la aguja suavemente en la piel.
  9. Si la aguja ya ha penetrado en la piel, empuje el émbolo de la jeringa para liberar la insulina. Hágalo rápidamente.
  10. Cuando termine, asegúrese de retirar o tirar de la aguja inmediatamente.
  11. Por último, para asegurarse de que su mascota no sienta el dolor durante mucho más tiempo, recompense a su gato, ya sea con una golosina o con un pequeño trozo de pollo.

Puesto que esto se convertirá en una actividad habitual para usted y su mascota, asegúrese de que su gato no se ponga demasiado ansioso y nervioso durante el tratamiento. De hecho, las inyecciones de insulina no deberían ser difíciles, ni para los humanos ni para los animales.