Parte del control de la diabetes consiste en garantizar que no se produzcan otras complicaciones relacionadas con ella. Esto implica cuidar los órganos internos del cuerpo, asegurándose de que los niveles irregulares de azúcar en sangre no afecten a las funciones corporales. Uno de los órganos que requieren más atención es el hígado.

Cuando se tiene diabetes, se es propenso a padecer enfermedades hepáticas. La NAFLD o enfermedad del hígado graso no alcohólico es común en individuos con diabetes tipo 2. De su nombre se deriva la acumulación de exceso de grasa en el órgano.

Los expertos médicos concluyen que la NAFLD desempeña un papel importante en el desarrollo de la diabetes de tipo 2. Esto se debe a que el hígado regula la glucemia. Esto se debe a que el hígado regula la glucosa en sangre. Sin embargo, la presencia de un exceso de grasa en el órgano disminuye la respuesta de la insulina. Esto provoca la acumulación de azúcar en la sangre. Como resultado, se desarrolla la diabetes de tipo 2.

Sin un tratamiento inmediato, pueden surgir complicaciones. Una de estas complicaciones es la cirrosis. Se refiere a la cicatrización del hígado. Además de la cirrosis, una inflamación grave también puede afectar al órgano, provocando un mal funcionamiento del hígado.

¿Cuáles son los síntomas del HGNA?

Por desgracia, no existen síntomas específicos de la NAFLD. Esto dificulta su diagnóstico. Sin embargo, algunos informes afirman que las personas que padecen HGNA sienten un fuerte dolor en el abdomen. Este no es un signo suficiente para diagnosticar la HGNA. Por eso es necesario que las personas con HGNA se sometan a revisiones periódicas. diabetes.

Durante su visita al médico, puede preguntarle si ha aumentado su nivel de enzimas hepáticas. Un nivel más alto de enzimas hepáticas significa HGNA. Además, también puede solicitar una ecografía a su médico. Esto ayudará a reconocer la acumulación de grasa en el hígado.

¿Qué hacer?

Aparte de seguir los pasos necesarios para controlar la diabetes, existen varias medidas para prevenir el desarrollo de la NAFLD. Estos son los siguientes:

  • Además de las inyecciones de insulina, comente con su profesional sanitario otras medidas para controlar el azúcar en sangre.
  • La obesidad puede causar NAFLD. En este sentido, tómese unos minutos para hacer ejercicio en casa. Perder peso ayuda a prevenir la NAFLD.
  • Reciba asesoramiento médico para asegurarse de que su tensión arterial no aumenta de forma anormal.
  • Evite beber demasiado alcohol.

Cuide su hígado. Si siente un ligero dolor en el abdomen, informe inmediatamente a su profesional sanitario. Es necesario informar de su estado, sobre todo si padece diabetes.