Medicación oral para la diabetes

Los medicamentos orales para la diabetes son fármacos que las personas con niveles variables de azúcar en sangre toman por vía oral. Ayudan a controlar y gestionar la diabetes en personas cuyo organismo aún puede producir insulina, pero no la suficiente para prevenir la enfermedad. Los médicos recetan estos medicamentos para tipos específicos de diabetes, como la diabetes tipo 2 y la diabetes tipo 2. diabetes gestacional. Los diabéticos de tipo 1 sólo se inyectan insulina sintética.

¿Cómo actúan estos medicamentos?

Los medicamentos orales para la diabetes reducen los niveles de azúcar en sangre. Permiten al páncreas producir más insulina y estabilizar los niveles de azúcar en sangre en personas con diabetes de tipo 2. Evita que la resistencia a la insulina se agrave e inhibe las complicaciones relacionadas con la diabetes.

Es un hecho que la resistencia a la insulina es el factor que más contribuye a la diabetes tipo 2. Esta alteración de la sensibilidad a la insulina se produce cuando las células del organismo no responden bien a la hormona. Cuando la enfermedad se dispara, el páncreas necesita liberar más insulina para mantener saludables los niveles de azúcar en sangre. Sin embargo, si el páncreas es incapaz de producir la cantidad necesaria de insulina, se produce hiperglucemia.

Afortunadamente, existen medicamentos orales para la diabetes que ayudan al páncreas en su función. Sin embargo, las actividades físicas regulares y una dieta adecuada deben acompañar a las rutinas de medicación para reducir la resistencia a la insulina.

Tipos de medicamentos orales para la diabetes

Hoy en día existen nueve tipos de medicamentos orales para la diabetes. Aquí enumeramos los más comunes para ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre.

Inhibidores de la alfa-glucosidasa

Estos medicamentos orales bloquean la descomposición de los almidones y ayudan a reducir los niveles de azúcar en sangre. Acarbosa (Precose) y Miglitol (Glyset) son las formas más comunes de inhibidores de la alfa-glucosidasa.

Biguanidas

Estos medicamentos actúan impidiendo la producción de glucosa en el hígado. Ayudan a los tejidos musculares a ser más sensibles a la insulina y a la absorción de glucosa para obtener energía. La biguanida más común es la metformina, disponible en marcas como Glucophage, Glumetza, Fortamet y Riomet.

Secuestrantes de ácidos biliares (BAS)

Esta clase de medicación oral es una buena opción si tiene niveles altos de colesterol junto con diabetes. Los medicamentos de los BAS no se absorben en el torrente sanguíneo, lo que resulta beneficioso si tiene problemas hepáticos. El BAS más común es el Colesevelam (Welchol).

Agonistas de la dopamina-2

Además de las biguanidas, los agonistas de la dopamina-2 también disminuyen la producción de glucosa en el hígado. Reajustan el ritmo circadiano hipotalámico e invierten la resistencia a la insulina. Este proceso ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina. El único fármaco de esta clase aprobado por la FDA es la bromocriptina (Cycloset).

Inhibidores de la DPP-4 (gliptinas)

Estos inhibidores mantienen activo un compuesto específico del organismo denominado GLP-1. Este compuesto reduce los niveles de azúcar en sangre; sin embargo, puede dejar de funcionar. Los inhibidores de la DPP-4 afectan al funcionamiento del compuesto permitiendo que permanezca activo. Este proceso ayuda a reducir los niveles de glucosa en sangre. Estos inhibidores incluyen la Alogliptina, la Linagliptina, la Saxagliptina y la Sitagliptina.

Meglitinidas (glinidas)

Las meglitinidas estimulan la producción de insulina. Si su médico le receta estos medicamentos, debe tomarlos antes de las comidas. Las meglitinidas aumentan la producción de insulina, protegiéndole así de los episodios de ataques de diabetes. Entre estos medicamentos se encuentran la Nateglinida (Starlix) y la Repaglinida (Prandin).

Inhibidores de SGLT2

También conocido como transportador de sodio-glucosa 2, esta nueva clase de medicamentos orales para la diabetes actúa eliminando la glucosa sobrante del organismo y segregándola a través de la orina. Impiden que el organismo reabsorba la glucosa. Entre estos inhibidores se encuentran la canagliflozina (Invokana), la dapagliflozina (Farxiga) y la empagliflozina (Jardiance).

Sulfonilureas

Las sulfonilureas tienen la misma función que las meglitinidas. Actúan estimulando el páncreas para que libere más cantidad de la hormona insulina. Este proceso facilita el control de los niveles de azúcar en sangre y previene el riesgo de hiperglucemia. La lista de sulfonilureas incluye la glimepirida (Amaryl), la glipizida (Glucotrol) y la gliburida (Micronase, Diabeta y Glynase).

Tiazolidinedionas (TZD)

Las TZD ayudan al organismo a responder mejor a la hormona insulina. Además de mejorar la sensibilidad a la insulina, estos medicamentos también reducen la producción de glucosa en el hígado. Las TZD más comunes son la rosiglitazona (Avandia) y la pioglitazona (Actos).