Sobrevivir al verano. Conoce a Jane, una mujer de unos 50 años que ha estado viviendo con diabetes tipo 2 desde hace más de una década. Dos veranos atrás, mientras acampaba con su familia en el bosque, sufrió la peor forma de hiperglucemia. Este suceso pudo haber arruinado sus vacaciones, pero no su espíritu fuerte. El verano pasado, Jane tomó las riendas y decidió adoptar un enfoque diferente. Empezó por beber mucha agua a lo largo del día, llevando una botella rellenable a todas partes. También hizo un esfuerzo consciente por evitar las bebidas azucaradas y en su lugar optó por té helado sin azúcar o agua infusionada con frutas frescas, asegurándose así de que la diabetes no la ralentizara.

Jane no era la única. Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, más de 700 personas mueren cada año en Estados Unidos a causa del calor extremo. El calor provoca directamente un golpe de calor y puede matar a cientos o miles de personas si no se aplican medidas preventivas. Una persona con diabetes puede ser más susceptible de sufrir un golpe de calor durante el verano debido a la incapacidad de su organismo para regular la temperatura de forma eficaz. Esto puede ser especialmente cierto para los adultos mayores con diabetes. Factores como las altas temperaturas y el aumento de la sudoración durante el verano pueden provocar deshidratación en personas mayores como Jane. Esta afección dificulta el control de la glucosa en sangre y puede provocar hiperglucemia.

Para evitar los golpes de calor y la hiperglucemia, es importante que las personas con diabetes tomen las precauciones necesarias durante los meses de verano.

Jane también descubrió los beneficios de la natación para controlar su diabetes durante el verano. La natación es un ejercicio de bajo impacto que le ayuda a mantenerse físicamente activa a la vez que fresca en el calor del verano. También empezó a caminar por la mañana temprano o al atardecer, cuando hace más fresco. Para controlar sus niveles de azúcar en sangre, Jane empezó a controlarse la glucosa con más frecuencia durante los meses de verano. Se aseguró de llevar siempre consigo la insulina y los medidores, para que le resultara más fácil comprobar los niveles y ajustar la dosis de insulina cuando fuera necesario. Gracias a estos cambios, Jane pudo disfrutar de los meses de verano sin las molestias y complicaciones que había experimentado en el pasado. Incluso consiguió perder algunos kilos y mejorar su salud en general.

¿No es inspiradora la historia de Jane? Esto es lo que puedes hacer para disfrutar al máximo del verano.

¿Cómo mantenerse sano y seguro en el calor si tiene diabetes?

He aquí algunos consejos para que este año el verano sea más memorable.

Manténgase hidratado dentro y fuera de casa.

Beber mucha agua previene la deshidratación. Evita las bebidas azucaradas y alcohólicas, ya que pueden aumentar tus niveles de azúcar en sangre. En su lugar, sigue a Jane y elige té helado sin azúcar o agua infusionada con frutas frescas.

Controle con frecuencia los niveles de azúcar en sangre.

Es importante saber que el calor puede afectar a los niveles de azúcar en sangre, por lo que es necesario vigilarlos de cerca cuando hace calor. Para ello, debe medir su glucemia con más frecuencia y hacer los ajustes necesarios en su medicación bajo la supervisión de su profesional sanitario. Esto le ayudará a controlar su diabetes durante los meses de verano y a evitar posibles complicaciones.

Conserve sus medicamentos de forma segura

El calor extremo puede dañar los medicamentos para la diabetes, incluida la insulina. Mantenga los medicamentos alejados de la luz solar directa. Tanto si viaja como si pasa tiempo al aire libre, utilice siempre una mochila refrigerante o bolsas de insulina para guardar sus medicamentos.

Vístase adecuadamente.

Si vas a estar al aire libre cuando hace calor, es importante que lleves ropa holgada y ligera de colores claros. Este tipo de ropa permite que la piel respire con facilidad, lo que puede ayudar a regular la temperatura corporal y evitar el sobrecalentamiento. Si elige este tipo de ropa, podrá mantenerse cómodo y fresco durante los meses de verano y, al mismo tiempo, controlar eficazmente su diabetes. Recomendamos el algodón y el lino por encima de la seda y el poliéster.

Mantente fresco en casa.

Cuando fuera hace un calor sofocante, opte por quedarse en casa. Si es posible, mantengan sus casas bien ventiladas y con aire acondicionado. Si no tiene acceso al aire acondicionado, utilice ventiladores o enfriadores de aire como alternativas.

Protege tus pies.

El tiempo caluroso y soleado puede aumentar el riesgo de complicaciones en los pies de las personas con diabetes. Para reducir este riesgo, es importante llevar calzado cómodo y zapatillas que proporcionen un amplio apoyo y protección a los pies. Evite caminar descalzo sobre superficies calientes como la arena o el asfalto, que pueden causar quemaduras y ampollas. Además, es importante inspeccionarse los pies con regularidad para detectar cualquier signo de irritación cutánea, ampollas u otras lesiones. Informe rápidamente a su médico de cualquier problema en los pies.

Planifique su actividad física.

La actividad física es una parte importante del control de la diabetes, pero es crucial planificar cuidadosamente la rutina de ejercicios durante el caluroso verano. Es mejor hacer ejercicio en las horas más frescas del día, como por la mañana temprano o por la noche, para evitar el sobrecalentamiento. Asegúrese de mantenerse hidratado antes, durante y después del ejercicio bebiendo agua con regularidad. Actividades como la natación también pueden ser una buena forma de mantenerse activo durante los meses de verano, ya que le mantienen fresco a la vez que le proporcionan un entrenamiento de bajo impacto.

Tenga cuidado con la exposición al sol.

Protéjase la piel aplicándose crema solar o protector solar con un FPS alto. Los pacientes diabéticos son más propensos a sufrir complicaciones cutáneas, así que extreme las precauciones para evitar daños en la piel durante el verano.

Conozca los signos de las enfermedades relacionadas con el calor.

Según el Dr. Joe Sanders, destacado experto en el campo de la diabetes y la endocrinología, "las enfermedades relacionadas con el calor pueden ir desde síntomas leves como calambres y agotamiento hasta afecciones más graves como la insolación, que puede poner en peligro la vida. Preste atención a signos como mareos, náuseas, dolor de cabeza, confusión o taquicardia, y busque atención médica si experimenta alguno de estos síntomas. Es importante tomar medidas para prevenir las enfermedades relacionadas con el calor, como mantenerse hidratado y evitar la exposición prolongada al calor".

Comuníquese con su profesional sanitario.

Hable con su profesional sanitario sobre el control de la diabetes cuando hace calor. Obtenga asesoramiento y orientación personalizados que se adapten a sus necesidades.

Manténgase sano y disfrute del verano.