Cuando hablamos de diabetes, solemos pensar en sus tres tipos principales: tipo 1, tipo 2 y diabetes gestacional. Sin embargo, existe otro tipo propuesto denominado diabetes de tipo 3.
¿Qué es la diabetes de tipo 3?
"Diabetes de tipo 3" es un término utilizado para describir la enfermedad de Alzheimer (EA). Las investigaciones sugieren que el Alzheimer se desencadena por la resistencia a la insulina y la disfunción de los factores de crecimiento similares a la insulina en el cerebro. Esta desregulación de la insulina conduce a una afección conocida como demencia, razón por la que a veces se hace referencia al Alzheimer como diabetes de tipo 3.
Aunque esta enfermedad puede estar ya muy extendida, no está reconocida oficialmente como un trastorno de salud diabético. Las principales organizaciones sanitarias, incluida la Asociación Americana de Diabetes (ADA), no clasifican la enfermedad de Alzheimer como un tipo de diabetes mellitus.
¿Por qué hay controversia en torno a la clasificación de la enfermedad de Alzheimer como un tipo de diabetes?
- Falta de diagnóstico clínico: La comunidad médica no ha aceptado ampliamente la enfermedad de Alzheimer como una clasificación de la diabetes.
- Páncreas no implicado: A diferencia de los tipos 1 y 2, la diabetes de tipo 3 no afecta al páncreas.
- Progresión del tipo 2: Muchos investigadores creen que la diabetes de tipo 3 es una consecuencia o la siguiente fase de la diabetes de tipo 2, en la que la inflamación o el daño en los vasos sanguíneos debidos a una diabetes de tipo 2 no diagnosticada conducen a esta enfermedad.
Síntomas
Dado que la diabetes de tipo 3 no está reconocida oficialmente como un tipo de diabetes, sus síntomas están relacionados principalmente con la demencia o la enfermedad de Alzheimer más que con la diabetes mellitus. Los síntomas más comunes son:
- Pérdida de memoria que afecta a la vida diaria
- Confusión sobre el tiempo y el lugar
- Dificultad para utilizar y comprender el lenguaje
- Cambios bruscos de personalidad
- Incapacidad para emitir juicios
- Dificultad para ejecutar tareas sencillas
- Colocar mal las cosas
- Cambios repentinos de humor
- Problemas para hacer planes
- Dificultad para resolver problemas
- Retirada de las actividades sociales
Causas
Las investigaciones indican que el consumo excesivo de carbohidratos a lo largo de la vida puede contribuir significativamente a la enfermedad de Alzheimer. Aunque algunos casos de EA probablemente se producirían sin resistencia a la insulina, muchos están relacionados con esta disfunción metabólica.
Una dieta cetogénica rica en grasas, que incluya potencialmente cetonas exógenas en forma de monoéster cetónico, resulta prometedora en el tratamiento de la diabetes de tipo 3. Este enfoque está respaldado por la literatura primaria, aunque todavía no se incluye en las directrices oficiales. Es necesario realizar ensayos clínicos para actualizar estas recomendaciones.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo de la diabetes de tipo 3 incluyen:
- Dieta baja en fibra
- Exposición al estrés
- Falta de ejercicio
- Genética o antecedentes familiares de diabetes
- Obesidad
- Raza y etnia
Diagnóstico
No existe ninguna prueba específica para diagnosticar la diabetes de tipo 3. Sin embargo, la enfermedad de Alzheimer puede diagnosticarse mediante:
- Revisión del historial médico
- Examen neurológico
- Pruebas neuropsicológicas
Para obtener una imagen más clara de la salud del cerebro, pueden realizarse resonancias magnéticas y tomografías computarizadas. Además, pueden realizarse pruebas de glucemia en ayunas o de hemoglobina glucosilada si hay síntomas.
Tratamiento
Actualmente, no existe un tratamiento específico para la diabetes de tipo 3. Sin embargo, los profesionales sanitarios pueden recetar medicamentos para controlar los síntomas.
Prevención
Para reducir el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 3, tenga en cuenta los siguientes cambios en su estilo de vida:
- Realizar actividades físicas con regularidad
- Hacer cambios positivos en la dieta
- Seguir una dieta cetogénica baja en carbohidratos y rica en grasas.
- Incluye frutas y verduras en tus comidas
- Dejar de fumar
- Mantener una actitud positiva
Comprender la conexión entre la enfermedad de Alzheimer y la salud metabólica es crucial para una intervención y gestión tempranas, lo que pone de relieve la importancia de las directrices clínicas actualizadas y la investigación en curso.
