El cáncer es un complejo grupo de enfermedades caracterizadas por el crecimiento incontrolado y la propagación de células anormales. Si la propagación no se controla, puede provocar la muerte. El cáncer puede afectar a casi cualquier parte del cuerpo y tiene muchas formas diferentes, cada una con su propio conjunto de causas, síntomas, tratamientos y estrategias de prevención. Comprender estos aspectos puede ayudar a gestionar la enfermedad con eficacia.
El cáncer está causado por cambios (mutaciones) en el ADN de las células. El ADN dentro de una célula está empaquetado en un gran número de genes individuales, cada uno de los cuales contiene un conjunto de instrucciones que indican a la célula qué funciones debe realizar, así como la forma de crecer y dividirse. Los errores en las instrucciones pueden hacer que la célula interrumpa su función normal y que se convierta en cancerosa.
Algunos cánceres están relacionados con mutaciones genéticas hereditarias. Por ejemplo, se sabe que las mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2 aumentan el riesgo de cáncer de mama y ovario.
La exposición a determinados factores ambientales puede aumentar el riesgo de cáncer. Entre ellos se encuentran el humo del tabaco, la radiación y determinadas sustancias químicas.
Las elecciones de estilo de vida, como la dieta, la actividad física y el consumo de alcohol, también pueden influir en el riesgo de cáncer. Por ejemplo, una dieta rica en carnes procesadas se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer colorrectal.
Los síntomas del cáncer varían en función del tipo y la localización del cáncer. No obstante, existen algunos signos y síntomas generales que pueden indicar la presencia de cáncer:
El tratamiento del cáncer varía en función del tipo y el estadio del cáncer, así como del estado general de salud y las preferencias del paciente. Entre los tratamientos habituales se incluyen:
A menudo se recurre a la cirugía para extirpar el tumor canceroso y parte del tejido circundante.
La quimioterapia utiliza fármacos para destruir las células cancerosas. Puede administrarse por vía oral o intravenosa.
La radioterapia utiliza rayos de alta energía para destruir las células cancerosas. Puede utilizarse sola o en combinación con otros tratamientos.
La terapia dirigida utiliza fármacos dirigidos a moléculas específicas implicadas en el crecimiento y la propagación de las células cancerosas. Medicamentos como Lucentis Jeringa precargada, Lucentis Vial, Avastin, Beovu Jeringa precargaday Eylea están disponibles para el tratamiento de determinados tipos de cáncer.
Aunque no todos los cánceres pueden prevenirse, existen varias estrategias que pueden reducir el riesgo de desarrollar cáncer:
Evitar el tabaco en todas sus formas es una de las decisiones más importantes que puede tomar para su salud. Fumar está relacionado con varios tipos de cáncer, como el de pulmón, boca, garganta y vejiga.
Seguir una dieta rica en frutas, verduras y cereales integrales puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer. Limitar las carnes procesadas y el alcohol también puede ser beneficioso.
El sobrepeso o la obesidad aumentan el riesgo de padecer varios tipos de cáncer. La actividad física regular y una dieta sana pueden ayudar a mantener un peso saludable.
El cáncer de piel es uno de los tipos de cáncer más frecuentes, y se puede prevenir en gran medida. Utiliza protección solar, ponte ropa protectora y evita el sol durante las horas punta.
Ciertos virus están relacionados con el cáncer, como el virus del papiloma humano (VPH) y la hepatitis B. Las vacunas pueden ayudar a proteger contra estos virus.
En conclusión, conocer las causas, los síntomas, las opciones de tratamiento y las estrategias de prevención del cáncer puede ayudar a las personas a tomar medidas proactivas para controlar su salud. Nuestra farmacia ofrece una gama de medicamentos para apoyar el tratamiento del cáncer, proporcionando a los pacientes acceso a terapias esenciales.