La metformina, un medicamento común para la diabetes, ha demostrado un potencial significativo en la lucha contra el cáncer. Su efecto sobre el modo en que las células producen energía, en particular en las mitocondrias, ha sido eficaz contra varios tipos de cáncer, como el de mama, próstata, páncreas, pulmón e hígado. Este artículo explica cómo afecta la metformina a las células cancerosas y su potencial como tratamiento contra el cáncer.
Cómo la metformina provoca estrés en las células cancerosas
La metformina crea un tipo de estrés en las células conocido como estrés metabólico. Las células sanas pueden soportar este estrés e incluso fortalecerse, pero las células cancerosas, que ya son débiles, luchan por sobrevivir. Este estrés es una razón clave por la que la Metformina podría prevenir el desarrollo del cáncer si se utiliza a tiempo.
Cómo actúa la metformina contra el cáncer
He aquí un desglose de cómo combate el cáncer la metformina:
- Entrar en las células: Metformina entra en las células a través de un transportador llamado OCT1.
- Efecto mitocondrial: Una vez dentro, a altas concentraciones, la metformina se une a una parte de la mitocondria llamada complejo 1, ralentizando su funcionamiento. Esto reduce la capacidad de la célula para producir energía (ATP), desencadenando una reacción en cadena que activa la AMPK, una proteína que detiene otra proteína llamada mTOR, necesaria para que crezcan las células cancerosas.
- Bloqueo de la producción de grasa: Metformina también impide que el acetil-CoA entre en el ciclo TCA, un proceso que produce las grasas necesarias para el crecimiento de las células cancerosas. Al bloquear este proceso, la metformina ayuda a detener la propagación del cáncer.
- Promover la muerte celular: La metformina aumenta la proporción entre BAX (una proteína que promueve la muerte celular) y BCL2 (una proteína que previene la muerte celular). Esto hace más probable la muerte de las células cancerosas. El aumento de BAX desencadena una serie de acontecimientos que conducen a la muerte de las células cancerosas.
Equilibrar la producción de energía
La metformina no interrumpe por completo la producción de energía en las células porque eso sería perjudicial para todas ellas, no sólo para las cancerosas. En cambio, reduce cuidadosamente la producción de energía de una forma que es mortal para las células cancerosas pero tolerable para las células sanas. Este objetivo selectivo es lo que convierte a la metformina en un tratamiento potencial eficaz contra el cáncer.
La promesa de la metformina en el tratamiento del cáncer
La capacidad de la metformina para crear un estrés al que las células cancerosas no pueden sobrevivir, al tiempo que preserva las células sanas, demuestra su potencial como potente agente anticancerígeno. Al actuar sobre vías cruciales de las que dependen las células cancerosas, la metformina podría convertirse en una herramienta clave en el tratamiento y la prevención del cáncer. Comprender estos efectos nos ayuda a optimizar el uso de la metformina en la lucha contra el cáncer, lo que permite albergar esperanzas de mejores terapias en el futuro.